Partido muy tenso el vivido en Onil el sábado, con los nuestros intentando agarrarse a la competición que se muestra más igualada que en los últimos años, donde cualquiera puede ganar a cualquiera.
Tras pasar los primeros minutos de nervios, donde los de San Vicente no encontraban ni el acierto ni la consistencia defensiva necesaria, llegó el apriete de tuercas del segundo cuarto. La defensa y el dominio del rebote llevaron a un mayor acierto en ataque, llegando al descanso con una primera ventaja aceptable (18-31).
Tras el paso por el vestuario los locales apretaron y metieron el miedo en el cuerpo, pero los visitantes con algunos fogonazos de acierto minimizaron la posible remontada (33-44 al final del tercer cuarto).
En el cuarto definitivo los nuestros supieron jugar con el ritmo del partido y mostraron personalidad, que bien nos hará falta en las próximas fechas, para llevar el marcador final al 51-68 definitivo.
La semana siguiente un nuevo partido para demostrar la lucha del equipo por mejorar
Por: Ivan Ferrando