El alevín tuvimos el sábado un partido de esos raros, en los que las cosas que ya tenemos trabajadas y que aplicamos ya a nuestro juego de manera natural brillan por su ausencia…Y claro si jugar contra un rival ya es complicado, si además nos ponemos a nosotras mismas en nuestra contra pues es más que complicado mantenerse en partido.
A pesar de nuestra falta de actividad en el juego sin balón que nos dejaba sin opciones para poder hacer un juego colectivo, de una defensa demasiado contemplativa y de la ausencia absoluta en lo que al rebote se refiere, terminamos la primera parte 7 puntos por debajo en el marcador. Una diferencia remontable si hubiésemos hecho los deberes en lo que quedaba del partido. No fue así, y esa falta de reacción por nuestra parte sumada a que el equipo rival comenzó a jugar con bloqueos y juego de mano a mano (recursos que suelen verse poco en estas categorías, y que por ende no supimos defender correctamente) no hicieron más que aumentar la diferencia en el marcador.
Por suerte somos lo que trabajamos día a día y cuando lo ponemos en práctica mostramos como jugamos.
Lo del sábado fue como he dicho al principio un día raro en el que jugamos un partido raro…
Por: Nerea Fernandez