El pasado sábado nos desplazamos hasta tierras ilicitanas para enfrentarnos al CBI Elche, en un pabellón que siempre supone un extra de concentración. Al tratarse de un ambiente muy ruidoso y una pista de reducidas dimensiones que hace que cueste mucho jugar.
Comenzamos el partido con la clara premisa de estar concentradas desde el inicio, y es cierto que las chicas lograron mantener un buen nivel de concentración, esfuerzo y determinación durante gran parte del partido. Solo el desacierto en las finalizaciones impedia que lográsemos una ventaja determinante en el marcador. Poco a poco, y con mucho esfuerzo, llegamos a alcanzar los quince puntos de diferencia a un minuto para el final del séptimo periodo 35-50. Y aquí se nos fundieron los plomos, los siguientes seis minutos no logramos anotar ni un solo punto, está circunstancia la supieron aprovechar las locales para poco a poco ir acercándose en el marcador, hasta culminar la remontada a un minuto del final, llevándose merecidamente la victoria.
La inesperada derrota dejó caras de frustración en nuestras chicas, era muy difícil entender cómo se nos había escapado de esta forma un partido que habíamos tenido controlado en prácticamente todo el transcurso del mismo. Pero por desgracia, está vez nos tocaba vivír la cara amarga del deporte, hay veces que se unen las circunstancias necesarias para que te hagan un parcial de 19-0 en seis minutos, pero esto también forma parte del deporte y espero que seamos capaces de aprender la lección. Soy consciente de que nos equivocamos en muchas cosas durante esos minutos para que se diera la remontada rival, pero también estoy convencido de que acertamos en otras muchas, y que la suerte está vez no nos acompaño, como lo ha hecho en otros finales apretados que hemos vivido ya está temporada.
Solo queda aprender y continuar trabajando para que estás situaciones no sé repitan en el futuro.
Por: Joaquín Pérez

 
         
                                 
                                