El encuentro ha estado a punto de suspenderse por falta de jugadores en el equipo de Torrevieja.
Por suerte, finalmente se ha puesto el balón en juego y hemos sido testigos tanto del aguante y coraje de los 5 niños del equipo contrario, como del compañerismo y deportividad por parte de los nuestros hacia ellos.
Cada uno ha sabido exprimir al máximo sus potencialidades, el juego desprende entrega e ilusión, y volvemos a San Vicente cargados de buenas sensaciones.
Por: Rosa M. Cutillas