Al final no pudo ser.
Y es que el inicio del partido no fue malo. Bien posicionadas en ataque, con buena actitud en defensa y finalizando en canasta o falta cada vez que nos acercábamos al aro rival. Un primer cuarto más que decente donde las sensaciones eran más que buenas. Se cerraba con un 14-10 a nuestro favor.
En el segundo de los periodos ellas salían mejor. Una parcial incial de 6-0 las ponía por delante. En este cuarto las ventajas en el marcador se iban alternando. El cansancio comenzaba a aparecer, nosotras empezábamos a fallar canastas bajo el aro y los tiros libres seguían la senda ya iniciada en el primero, donde el poco acierto era la tónica.
Al descanso las de Pedreguer se marchaban con una pequeña ventaja en el electrónico, 22-25 a su favor.
Y llegó el tercero de los periódos. Ese en el que en algún momento parecía que no estabamos en la pista. Una mezcla de relajación, falta de puntería, nula defensa y malas decisiones desde el banquillo (que nosotros también tenemos nuestra parte de culpa). Con un parcial 12-27 ellas se colocaban con una ventaja de 16 puntos complicada de remontar, pero no imposible.
Y decimos que no imposible, porque casi lo logramos. El mejor de nuestros periodos en defensa. El mejor de nuestros periodos en decisiones en ataque, pero eso si, 14 tiros libres fallados de 19. Así se hace complicado conseguir una victoria. Fuimos capaces de hacer un parcial de 19-8, llegando a estar a 4 puntos a falta de 40 segundos, pero no fue suficiente.
Al final el encuentro finalizaba 53-60 para las chicas de Pedreguer.
Debemos corregir esos momentos de tinieblas, pero hemos vuelto a demostrarnos que somos capaces. El objetivo, conseguir serlo durante un partido completo
Por: José Manuel Muñoz