Volvíamos a enfrentarnos a las chicas de Elche en partido aplazado.
En este caso el inicio de partido fue mejor. Fué el esperado de nuestro equipo, el que buscamos siempre y no en todas las ocasiones conseguimos. Muy sólidas en defensa, con mucha actividad, con ritmo y velocidad en ataque y (aunque seguimos fallando tiros faciles) aprovechando las opciones que tenemos de cara al aro.
Con esta sintonía en defensa y ataque poníamos las primeras diferencias en el marcador. 24-14 al final del primer cuarto.
En el segundo periodo seguimos la misma línea. Aunque menos efectivas en ataque, las rotaciones constantes seguían manteniendo nuestra efectividad defensiva. Hasta el punto de conseguir en este tiempo un parcial 14-1 a nuestro favor.
Tras el descanso, donde el marcador reflejaba 38-15 a nuestro favor, salimos con la idea clara de aprovechar el resto del partido para asentar las bases de nuestro juego, trabajar conceptos y finalizar el partido con las mejores sensaciones. Pero aparecieron las temidas pérdidas de balón, ayudando con ello a anotar a las de Elche. Nosotras mantuvimos nuestra línea en ataque. Buen movimiento de balón, buen ritmo y mucha efectividad en el tiro lejano. Al final del tercero de los tiempos el electrónico reflejaba un 64-30.
No supimos redondear el partido. En el último periodo llegó la relajación en defensa y no éramos capaces de recortar las pérdidas. Las chicas de Elche subieron su intensidad defensiva y merced a buenas transiciones, que no supimos parar, hicieron el mejor de sus periodos. Al final el partido finalizó con un 78-45 en el marcador.
Mas allá del resultado debemos quedarnos con las sensaciones. Sensaciones muy positivas en gran parte del partido. Sensaciones que debemos mantener y fijas en nuestro ADN.
Por: José Manuel Muñoz
