El pasado domingo cerrábamos la primera vuelta de esta segunda fase de la competición.
A priori, era un partido en el que debíamos aspirar a luchar por la victoria. Sin embargo, nuestra salida a pista impidió que pudiéramos presentar batalla en el encuentro. Salimos espesas en ataque y con una actitud en defensa muy lejos de la necesaria para competir contra ningún rival de esta fase. En este primer cuarto las locales jugaron cómodamente, mientras nosotras no acabábamos de encontrar nuestro sitio en la pista. Así se llegó al final de periodo 25-5, un marcador que encarrilada el partido para las alicantinas.
En el segundo cuarto no conseguimos entrar en el partido, sólo a falta de tres minutos tuvimos un arreón de dignidad que dejaba el marcador en 44-20.
Tras el paso por el vestuario, conseguimos al fin, entrar en el partido. Aunque esos 20 minutos tarde que llegamos al partido nos habían costado ya las opciones de victoria. En la segunda parte, sí logramos competir como debíamos esperar de nosotras. La pena es que era un trabajo que debíamos haber comenzado mucho antes, para que no quedase deslucido por la diferencia que reflejaba el marcador.
Al final, las alicantinas se llevaron el partido por 65-41. Un duro golpe ya que queríamos competir mucho más de lo mostrado el domingo, y que además confirma que nuestra peor enemiga somos nosotras mismas…aunque lo bueno es que es algo que depende de nosotras cambiar…
Por: Joaquín Pérez