Otro inicio malo más que nos impide jugar, con unos 10 primeros minutos en los que no quisimos, y por lo tanto, no pudimos jugar, perdimos toda opción de competir y estar en el partido.
Tras un cambio de chip, conseguimos que en 10 minutos nos metieran solo 6 puntos.
A pesar de ver que este era el camino en la segunda parte nos dejamos llevar por su ritmo y volvimos a la pasividad defensiva que nos aleja de lo queremos conseguir. El resultado final del partido fue de 10-50.
Tenemos que meternos en la cabeza que la defensa es y tiene que ser la base de nuestro ataque, de nuestro partido y de nuestro baloncesto y que no vale con solo 10 minutos.
POR: María Castillo