El pasado domingo recibimos la visita de las chicas del BSG, pero lamentablemente nuestra actitud no estuvo a la altura de la dificultad del partido.
Durante todo el partido alternamos minutos de desidia con otros de buena actitud. El problema es que con la igualdad que hay en este grupo, estás actitudes nos llevan a no poder competir por la victoria. Este es un hecho que nos pasa con demasiada frecuencia, y si no lo cambiamos no podemos ser competitivas.
Solo espero que aprendamos la lección (aunque a estas alturas ya deberíamos haberla aprendido…), y entendamos así que de esta forma somos un equipo sumamente vulnerable.
Si ellas quieren, pueden competir, si no, nos ganará cualquiera.
Por: Joaquín Pérez