Y así, como por arte de magia, nuestros chicos dan un salto de gigante hacia una nueva etapa en su vida deportiva.
En sus caras se vislumbraba una mezcolanza de emociones encontradas; nuestros jugadores están expectantes por jugar en «pista grande» con «canastas grandes», pero en su mente permanece el recuerdo de los buenos momento vividos en la pista roja «mini».
La única premisa para el partido de hoy estaba clara: pasarlo muy bien, trabajando en equipo y con una sonrisa poderosa. Y a cumplimento de premisas no nos gana nadie.
Las fuerzas nos han permitido plantar cara a un rival muy motivado durante los tres primeros períodos. Durante los cinco restantes hemos ido aclimatándonos al nuevo escenario para ir encontrando nuestro lugar.
Un reto apasionante que nos ha hecho darnos cuenta de que hay todavía margen de mejora y que, entre todos, podemos superar cualquier desafío desde la humildad y el trabajo diario.
Queremos dar las gracias, por un lado, a Fernando, papá de Víctor, por ofrecernos su experta ayuda en la mesa. Estaremos más atentos a tus diez segundos la próxima vez 🤭
Por otro lado, a Jorge, presidente del equipo de Mutxamel y árbitro del encuentro, que ha facilitado la realización de este amistoso 🏀
Por: Rosa M. Cutillas