La falta de concentración inicial nos pudo costar la derrota.
Y es que cuando se empiezan los partidos con la cabeza en otras cosas puede pasar lo que nos pasó. Un parcial inicial de 8-0 y a partir de ahí a remar.
Las de Elche desde el inicio plantearon un partido duro, lleno de experiencia, sabedoras de cuales eran sus armar y como podían usarlas ante nuestra NULA oposición en el primer cuarto. No solo no llegábamos a sus tiros de media y larga distancia, si no que además en muchas ocasiones ni lo intentábamos. A eso unimos un total desacierto de cara al aro y la ayuda inestimable de un arbitraje, digno de las mejores peliculas de sobremesa, donde la mayoría de las erroneas decisiones nos perjudicaban. Con este panorama finalizaba el primero de los periodos 15-5 para ellas.
En el segundo. Las cosas no empezaron mejor. Las dudas seguían y ellas lo aprovechaban. Mas con ganas que con buén juego, adaptándonos con resignación al arbitraje (con técnica de por medio evidentemente) poco a poco fuimos entrando en partido. Aunque eso no impidiera llegar a tener una desventaja en el marcador de 17 puntos, por lo menos empezábamos a ver aro y tanto nuestra defensa, como nuestro ataque empezaba a ordenarse. Aún así ellas consiguieron aumentan la distancia al descanso, dejando el marcador en 32.21.
En el tercero nuestra intensidad y agresividad en defensa (todo valía), así como la rapidez de nuestras contras hacía mella en el físico de las de Elche. Nosotras cada vez más cómodas solventábamos con buenas acciones muchos de los ataques consiguiendo canasta o tiros libres. Provocábamos perdidas del rival con buena disposición defensiva y empezábamos a llevar el tempo del partido. 41-34.
Las teníamos a tiro. Y aunque el partido se convirtió en una lucha en el barro, supimos jugar mejor el final de partido. Con un parcial 2-14 nos llevábamos un partido muy trabado, que comenzó con muchos problemas, pero en el que supimos reconducir la situación.
Por: José Manuel Muñoz