Este sábado nos desplazamos hasta Elche para enfrentarnos al que para mí es uno de los equipos más difíciles de frenar de la competición.
En esta ocasión, aunque por el resultado no se vea fácilmente, el equipo logró competir más que en otros partidos de esta fase. En defensa se vieron algunas situaciones que se asemejan a la defensa que buscamos plantear. Es cierto que todavía con margen de mejora, sobre todo en la concentración para cerrar el rebote, pero más cerca de la intensidad y lectura defensiva que necesitamos para competir.
En cuanto al ataque, pasa un poco lo mismo, tenemos muchas facetas del juego que afianzar, pero poco a poco las chicas van aplicando lo que les pedimos desde el banquillo. Quizá, nuestra mayor asignatura pendiente sea que nos seguimos desquiciado con demasiada facilidad, algo que tenemos que aprender a controlar porque nos juega malas pasadas. A veces queremos resolver tan rápido que nos liamos nosotras solas, cometiendo errores que solo generan desesperación en la que los comete, contagiando además al resto de compañeras.
Todos estos aspectos han ido mejorando desde el inicio de la competición, lo que pasa es que por desgracia no están viéndose reflejados claramente en el resultado final de los partidos. Pero tengo claro que estamos aprendiendo muchas lecciones que nos vendrán muy bien en la siguiente fase de la competición. Solo hay un camino para llegar a ser el equipo que queremos ser, trabajar para ello hasta conseguirlo.
Por: Joaquín Pérez