Primer partido de nuestros peques después de unas largas vacaciones de navidad. Empezamos el partido un poco fríos, volviendo a nuestros inicios, dejando de jugar en equipo y de querer el balón.
Sin embargo, después de una reflexión en común en el descanso salimos a pista como si fuéramos terremotos. Esta energía con la que defendemos y luchamos cada balón nos recuerda cual es nuestra esencia y cuál es el juego con el que disfrutamos.
Una vez más, demostramos nuestro espíritu guerrero, lo que hace que nos llevemos una victoria muy merecida.
Por: Zaira Zaplana