El sábado tocaba Benidorm. Sabedoras del potencial del equipo rival, con las ideas claras en lo que queríamos hacer en el campo y con la esperanza de reencontrarnos con nuestra mejor versión comenzaba el choque.
Y no pudo empezar mejor. El balón se movía con fluidez, las ideas en ataque trabajadas durante la semana funcionaban, y en defensa estábamos consistentes y serias. Con todo esto nos llevábamos el primero de los parciales 11-6. Trabajo serio que se mantuvo en gran parte del segundo de los periodos. Trabajo de todas, donde todas aportaron en ataque y en defensa.
Pero a finales del segundo cuarto empezaba a aparecer el cansancio y eso se traducía en pérdidas por querer correr más de lo que las piernas nos daban. Al descanso el marcador reflejaba un 17-20.
Tras el descanso, con el partido todavía abierto, fuimos capaces de estar otra vez serias en defensa, pero las canastas dejaron de entrar. Las de Benidorm se empezaron a encontrar con el tiro exterior y se fueron ampliando las ventajas poco a poco.
Con esta tónica se llegó al final del encuentro. Aunque durante todo el partido nuestra defensa fue la esperada, en los momentos clave nos faltó puntería y sobre todo pulmón y cabeza fría.
Estamos en el camino. El sábado pudimos ver nuestro mejor baloncesto, lo que queremos ser y lo que podemos ser. Solo es cuestión de trabajo, compromiso y ganas de que llegue.
Por: José Manuel Muñoz