Temporada llena de altibajos competitivos que nos han curtido y estoy totalmente convencido que ha ayudado a que estas jugadoras crezcan como deportistas y como personas.
Empieza el año con una FAP que casi sin comerlo ni beberlo nos lleva a una primera final donde es cierto que no estamos preparadas para competir de tu a tu.
Después de esto arranca N2 y bien es cierto que nuestro ritmo va creciendo y vamos viendo que nuestros picos de juego son verdaderamente buenos y somos capaces de ganar a cualquiera, a pesar de esto los picos no llegamos a convertirlos en rutina y esto nos merma competitivamente y por poquito pero no conseguimos meternos en la fase preferente.
Segunda fase y el objetivo de recuperar la plaza en N2 es básico y se hizo por la puerta grande, un 14-0 nos lleva a gozar de una fase plácida que es cierto que además nos mostramos superiores cada semana y vamos generando hábitos que son los que se deben adquirir para quedarse y con un ritmo sobre todo ofensivo superior a la media recuperamos la plaza y nos lleva a un play-off donde llegamos a cuartos en una remontada de las que hubiera sido épica y se nos escapó en los últimos segundos.
El potencial esta, las ganas y el compromiso lo mismo, ha sido un lujo compartir este año con este grupo y espero de corazón que en el interior de cada una hayamos conseguido generar ilusión por el baloncesto, autoconfianza en nuestro nivel y sobre todo hambre… Hambre de seguir creciendo. 1,2,3 ADESAVI
Por: Jorge García