Un rival muy superior, así como los nervios de las jugadoras al verse pronto con mucha desventaja en juego, físico y marcador, hicieron que las buenas sensaciones dadas en el partido anterior, se tornaran en precipitación y errores en pases, etc. Y las contadas ocasiones en que llegábamos a tirar, por prisas lo hacíamos desequilibradas, con mala colocación de pies, etc.
No así la lucha, ya que pelearon todo el partido, pese al resultado y las malas sensaciones.
Solo nos cabe que nos sirva para aprender, corregir errores, y recordar que el camino es largo y no ha hecho más que empezar.
Como se suele decir, hay partidos en los que no se gana, pero se aprende. Obviamente, no es el día que más felices terminamos, pero ojala nos sirva para ganar impulso.
Lástima que los nervios aflojaron en la segunda parte, cuando ya el marcador estaba cerrado y por tanto sin reflejo en el acta, mejorando en parte en juego y en acierto tanto en los pases como de cara a canasta.
Por: Enrique García