Jornada el sábado en Novelda en un partido que fue una montaña rusa, mostrando a ratos nuestra mejor versión, pero en otros la peor. Si bien es cierto que el marcador puede reflejar un partido cómodo, no son esas las sensaciones que tuvimos durante el encuentro. Y es que comenzamos con muchas concesiones en defensa y demasiados errores de cara al aro, consecuencia de falta de concentración y de continuidad, debido a numerosas infracciones que hacían parar el juego y sacar siempre de banda. En el segundo periodo subimos un punto de intensidad y las recuperaciones defensivas nos ayudan a llegar con comodidad al aro. Y con esta dinámica, en ocasiones arriba de la montaña y en otras abajo discurrió el partido hasta el pitido final.
Fue el sábado una tarde de luces y sombras. Brillando cuando somos intensas y estamos concentradas para ver dónde están las mejores opciones para hacer nuestro juego, y de sombras cuando no imponemos fuerza y garra en la pista. Tenemos que trabajar para conseguir brillar el máximo tiempo posible y que las sombras desaparezcan, y es para conseguir ser constantes en nuestro juego para lo que tenemos que entrenar semana tras semana.
Seguimos aprendiendo, seguimos creciendo.
Por: Nerea Fernandez